Cobijada en una cala, con la Iglesia de Sant'Anna en lo alto de la colina y, al pie, el Iate Clube de Búzios. Se llama así porque en la década de 1730 se enterraban allí huesos de ballenas capturadas en la región. El encanto son las hermosas casas que surgieron de las barracas de los pescadores que, seducidos por tentadoras ofertas, se deshacían de sus privilegiados hogares al “precio del centavo”.

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El espectáculo comienza en la parte superior del mirador que muestra el hermoso mar de Praia de João Fernandes. Difícil no encantarse y bajar a la arena. Las playas de João Fernandes y João Fernadinho son vecinas y no hay conexión terrestre entre las dos.

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Pequeña playa, situada al final de la playa de la Rasa. El acceso es aún más bonito y agradable en los días de marea baja.

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Extensa, con buenas olas, arenas blancas y aguas claras, Geribá es uno de los principales puntos de Búzios. La playa es ideal para caminar y hacer surf.

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Praia da Azeda, de aguas tranquilas y transparentes, es accesible por una calle empedrada y una escalera de madera desde Praia dos Ossos. La sugerencia es tomar un taxi acuático en el muelle del centro de Búzios y disfrutar del viaje de ida y vuelta junto al mar.

En la esquina derecha, un camino corto y fácil cerca de las rocas conduce a la playa de Azedinha.

Incluida entre las más bellas playas de Brasil.

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La cala de aguas tranquilas es una de las favoritas para familias con niños y aficionados a los deportes acuáticos. Además de la tranquilidad, la playa ofrece carpas en la esquina izquierda, que ofrecen sillas y sombrillas, así como bocadillos y bebidas.

La diversión está asegurada gracias a los paseos en hidropedal, kayak y stand-up paddle. que se pueden alquilar en el sitio.

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Sin duda uno de los lugares más bonitos para ver el atardecer.

La cala de Praia da Armação bordea toda la Rua das Pedras y Orla Bardot. Es sin duda uno de los lugares más bellos de Brasil. Aquí a lo largo de esta playa encontrará los vestigios del pequeño pueblo de pescadores, hermosos barcos de pesca, goletas, tortugas y hermosos bares y restaurantes.

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Hermosa y salvaje, la playa se divide en 2 secciones: en la primera parte, a la izquierda, hay quioscos y restaurantes con una hermosa vista al mar. Caminando sobre las rocas, llegas al otro lado, más tranquilo y menos concurrido. Desde allí, un sendero conduce a la playa de Olho de Boi, un reducto de naturistas.

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Suele ser la playa con las aguas más cálidas de la península. Genial para relajarse, nadar en sus tranquilas aguas y hacer snorkel

Es la playa de los naturistas. El acceso es un poco complicado. El sendero con subidas y bajadas comienza en la esquina derecha de Praia Brava. El camino dura unos 30 minutos. Debido a las dificultades del camino, no es recomendable hacer el sendero en solitario.

Una playa pequeña, poco frecuentada y de mar tranquilo. No tiene infraestructura. El acceso es a través de un sendero que bordea la costa en la esquina derecha de la playa.